“Ilusionaria” es una antología benéfica que nace de la mente del escritor Juan de Dios Garduño Cuenca. En ella se reúne a veinte escritores y veinte ilustradores para crear una antología de cuentos infantiles, cuyos beneficios irán íntegros a la asociación “Matrioska-Fons Mellaria”.
Esta asociación centra su actividad humanitaria en la organización, gestión y desarrollo de Programas de Saneamiento (de descontaminación) para niños afectados por la radiactividad proveniente de la catástrofe nuclear ocurrida en Chernóbil (Ucrania) el 26 de abril de 1986.
El Programa de Saneamiento es una acción humanitaria que cuenta con el aval de la Organización Mundial de la Salud. Su objetivo fundamental, siguiendo recomendaciones y metodología aconsejados por la propia OMS, consiste en la eliminación de la radiactividad acumulada en el organismo de los niños mediante el alejamiento temporal de éstos de los territorios contaminados en los que habitualmente viven. Se consigue con ello una importante mejoría en su estado general y en su salud, a la vez que disminuyen significativamente las posibilidades de que desarrollen enfermedades graves (básicamente algún tipo de cáncer).
Se trata pues de un Programa Humanitario de Salud que pretende DAR VIDA.
“MATRIOSKA-FONS MELLARIA” se responsabiliza y asume los gastos que se derivan de este programa humanitario. Ahora bien, la Asociación, es una Entidad Benéfica y humilde que carece de medios económicos propios y fuentes de ingresos regulares con que hacer frente a los mismos. Así pues, para poder llevar a cabo su Acción Humanitaria requiere a su vez de la solidaridad de cuantas personas, empresas, grupos de caridad y entidades de cualquier ámbito, tanto públicas como privadas que se sientan sensibilizados ante el sufrimiento y la angustia de estos niños y sus familias, y voluntariamente deseen colaborar con esta importante Obra Humanitaria y Social, ya a través de una cuota anual como socios colaboradores, o bien con aportaciones puntuales.
A través de “Ilusionaria” este grupo de escritores, ilustradores, correctores, maquetadores y publicitas, quieren poner su granito de arena para que estos niños puedan seguir viniendo a nuestro país, descontaminándose y disfrutando de un entorno saludable, lleno de cariño gracias a las familias de acogida, que durante al menos 80 días al año se hacen cargo de estos niños.